Ese amago de esperanza que ya se veía, perecerá por siempre. Si el no está, el sueño hasta ahora construido, se derrumbará, empezando por los pilares más bien solidificados. Las oportunidades de volver a estar con él, de tener alguna posibilidad, huyen efervescentes. Y es que cuando me vuelva a asomar a la ventana, ya no tendré miedo de que me vea, porqué yo tampoco lo veré a el.
Y cada gesto que hayan hecho sus manos se volverá más relevante que nunca, y mis ojos añorarán cada esencia de él, esencia hasta ahora no captada por mis lágrimas...
AngelineClyde
No hay comentarios:
Publicar un comentario